La casa viviente

Casa central de la Fundación San José

Crónica

Fundación San José, un lugar donde las paredes sonríen.

No me lo creerían. El otro día fui con dirección a Vitacura hacia la Fundación San José, para conocer algo la labor de la institución. La mayoría de la gente creería que es una casa común, pero lo que no sospechan es que adentro de ella albergan centenares de sueños y magia.

 Lo primero que vi, fue una hermosa muñeca en un enorme escritorio. De repente una mujer se pone de pie con una sonrisa de oreja a oreja y amablemente pregunta:” ¿Que desea jovencito, en que lo puedo ayudar?”      -Quería saber más sobre la fundación-respondí.  Aunque de inmediato me di cuenta de que ya no necesitaba saber mucho más.  La información que necesitaba lo podía obtener de la página www.fundacionsanjose.cl , pero la experiencia de estar en ese mágico lugar no la encontraría en otro lado.

En el salón de espera, se encontraba una ansiosa mujer. Desde luego que me dio pudor preguntarle que hacía o esperaba, pues podía ser un tanto imprudente. Pero la mujer me sonreía con felicidad y me preguntó –“¿Te ayudo en algo?”-Con todo respeto, me gustaría saber algo más sobre la adopción- respondí.

La mujer comenzó a contarme la hermosa etapa que estaba viviendo. Estaba en proceso de adoptar a un niño.-“se llama Esteban y va a cumplir 3 añitos. Nos estamos conociendo hace siete meses, mi marido esta tan emocionado. Nosotros no podemos tener más hijos por la edad. Cuando nos confirmaron que nos estaba esperando Esteban, nos sentimos muy dichosos con la oportunidad.  -Fue ahí cuando sucedió lo inesperado, una jovencita llevo a la señora hacia una sala. Cuando abrió la puerta, una pared me sonrió, en ella  observe apoyado a un niño que gritó-”mamá, mamá” al ver a la dama asomarse. Fue un emocionante momento, la mujer debía esperar el menos 6 meses más para poder adoptar al niño, pero si duda que con esperanza, siguiera perseverando.