13 dic 2010

Benditos latidos: una historia de vida

Primeros días de su hija
Crónica

“En realidad, ese fue el preciso instante donde descubrí el gran error que iba a cometer. Nunca había sudado  tanto, y mi madre no cesaba de suspirar nervios. La sala me parecía acogedora y la doctora más aun. El gel heladito me recordaba la historia de mi madre cuando yo iba a nacer, la diferencia es, que ella sí me quería tener”

Cuando iba en tercero medio tuve mi primera compañera embarazada, sin duda fue una gran sorpresa para todo el círculo académico pues la chica tenía solo 17 años. Pero lo más fuerte era su negativa frente a la situación. El pensar en su futuro y en su familia, la llevaron a pensar en el aborto.
 Protegeré su identidad con el nombre de Clara a pedido de la protagonista.  Me dirijo hasta la comuna de Rengo, en la sexta región para encontrarme con Clara. Antes de golpear veo asomarse a una hermosa niña de 3 años idéntica a su madre. Desde luego que percibí que era la hijita de mi ex compañera. Al saludar a Clara me di cuenta de la felicidad y orgullo que le provocaba la bebé. –Me siento plena con la Anto- me dijo en tanto nos sentamos en el living.
-Cuéntame Clara, quiero saber que paso a tus 17 años que hizo cambiar tu vida 360°                          
Quedé embarazada. Tenía tan solo 17 años y llevaba un bebé en la panza. Fue una situación muy difícil porque pensaba en mi futuro, en mis estudios. Me sorprendió la reacción de mi madre, ella me apoyo de inmediato. Incluso cuando le comenté mis planes de abortar. – sus ojos se humedecen con el comentario.          
-¿Cómo es que pensaste en el aborto?         
La verdad es que fue una cobardía, hoy lo enfrento de otra forma, pero me sirvió para darme cuenta de las cosas. El miedo me hizo pensar que era la mejor opción. Conocía los métodos  y quería acabar con todo de una vez.
-¿Que te hizo cambiar de opinión?
Creo que fueron sus latidos. Ese bendito día en que fui con mi madre a la primera ecografía. En realidad, ese fue el preciso instante donde descubrí el gran error que iba a cometer. Nunca había sudado  tanto, y mi madre no cesaba de suspirar nervios. La sala me parecía acogedora y la doctora más aun. El gel heladito me recordaba a la historia de mi madre cuando yo iba a nacer, la diferencia es que ella sí me quería tener.
Recostada frente a la pantalla de la maquinita sólo pensaba en que si estaba todavía allí, la daría en adopción. De pronto un sonido invadió mi cabeza, mi cuerpo, mi espíritu; eran sus latidos y se hacían parte de mí con más fuerza cada vez.
-La bebé no deja de merodear la casa empapando a todos de felicidad. Sin duda que la experiencia de Clara es una historia particular, pero hay muchas otras que no terminan de la misma manera. Según el SERNAM, la tasa de aborto en el país es de un 15% del total de embarazos no deseados.  Sin duda esta situación puede ser distinta si decimos no al aborto, si a la adopción. SÍ a la vida.

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